Con un día de descanso previo en Mañihuales, comenzamos el día de viaje en Copec, dejando a punto el aire de las ruedas.

Cabe mencionar que por lo menos esa Copec, está full equipada con herramientas para reparar la bicicleta. Antes de iniciar el viaje había leído que era así en las Copec que están a lo largo de la ruta 7, así que pude comprobar eso en Mañihuales.

A 13 km de la villa, se encuentra una división en la carretera. Ambos caminos llegan a Coyhaique, la diferencia es la siguiente:

Ruta 7: son 61 km hasta Coyhaique, pero en camino de ripio.

Ruta x50 + 240: son 74km hasta Coyhaique, en ruta de asfalto y además, se atraviesa la Reserva Nacional Río Simpson. Y si quieren hacer un desvío hacia Puerto Aysen, esté es el camino que deben tomar.

Luego de un descanso en dicho sector, dónde además esperamos a la dani para decidir que camino tomar, optamos por la segunda opción, sin embargo, hay que advertir que se trata de una ruta que no está muy bien pensada para el ciclista. En ninguna parte del trayecto hay berma al costado de la calle, por lo cual los vehículos pasan mucho más cerca nuestro. Además, tiene bastante tránsito de vehículos, buses y camiones.

Estamos lejos de casa!

Los 48 kilómetros de recorrido no fueron fáciles. Muchísimas subidas y bajadas, constante preocupación de cuidado con los vehículos. Luego de varios kilómetros, pasamos el desvío a Puerto Aysen (que espero sea un futuro viaje).

Desde allí en adelante, el camino me maravillo, grandes montañas rocosas rodeaban la ruta, y en particular nuestro destino: Villa los torreones. El río Simpson se asomaba, y las horas de pedaleo no eran en vano.

Llegamos a un camping humilde y encantador, a penas lo ví, supe que quería quedarme allí. Es más, de inmediato le dije al Diego: ¿Y si nos quedamos un día extra? Y así fue! (Es que era muy bonito).

Nos intalamos a unos metros del río. En eso, lamentablemente nos enteramos que la dani tuvo un accidente. Un camión que pasó muy rápido y cerca de ella, la desestabilizó, callendo a un costado de la ruta. Por suerte una familia la rescató de inmediato y nos aviso. Así que junto a ellos, se fue camino a Coyhaique. Una triste noticia nos hizo finalizar el día de manera distinta. Era triste que estando tan cerca de la meta, ocurriera eso. Sólo nos quedaba el consuelo que estaría muchísimo mejor cuidada en Coyhaique, con acceso a hospital y pasando la noche en un lugar con mejores condiciones.

Era momento de ir a dormir, deseando lo mejor a la dani.

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