Era momento de dejar Dalcahue y partir rumbo a Castro. La llegada fue por una ruta tranquila. Poco más de 20km que se disfrutaron con calma. Algunas subidas muy exigentes que obligaban a empujar la Kona, pero en general una ruta en buen estado.
Además, los 20km se me hicieron muy cortos. Debe ser porque el camino me sacó varias sonrisas.
La llegada a la ruta 5 fue más caótica. Mucho vehículo, harto taco. A 5km antes de castro el taco de vehículos no daba tregua. Yo avanzaba y dejaba los autos a mis espaldas… Ahora me tocaba a mí adelantarlos jaja
Desde que salí de Dalcahue tenía intención de inflar mis ruedas, sin embargo ninguna bomba de bencina tenía funcionando bien el aire, recién a casi 3 km de castro encontré una Petrobras que me permitió dejar las ruedas en la presión precisa.
Castro es una ciudad ¡ciudad! Lo pongo en exclamación, sólo para recalcar que se trata de un lugar muy distinto al resto de Chiloé. Apenas entrando se notó el ritmo ajetreado de ciudad, y la tranquilidad tan común en el resto de la isla aquí parece ausente.
Al llegar al camping, la verdad no me gustó nada, sin embargo, me quedé allí porque quería aprovechar el día y porque era el único que me aparecía en el mapa y no quería estar buscando. Así que me instalé y salí de inmediato.
¿Qué hacer en castro?
Siento que le saqué el jugo al día y medio que estuve allí.
Al llegar a la ciudad me fui de caminata por la Costanera, disfrute de la feria y mercado de Lillo. A pesar de no tener mucha hambre, me di el lujo que comer un curanto con vista al mar desde uno de los locales de la costa.
En general, suelo darme el gustito de comidas ricas cuando hago largas rutas y exigentes. Pero este no había sido el caso, sin embargo, la vista lo ameritaba.
Luego de eso Camine por sus calles hasta llegar al centro y conocer su hermosa iglesia. Quedé impresionado. Es una iglesia muy distinta al resto, tiene un estilo neogótico que la asemeja a las catedrales europeas, pero en Chiloé y completamente de una madera brillante. Simplemente espectacular.
Luego de eso, visite los palafitos de la calle Pedro Montt, una caminata que si o si deben realizar y asombrarse con palafitos que mezclan lo tradicional con un toque moderno.
Durante la noche disfrute de un rico chocolate caliente y torta junto a la plaza para luego ir a caminar por tercera vez por la Costanera y disfrutar de la luna llena (en leo).
Al día siguiente fue momento de “trabajar”. Desayune una empanada camarón queso que vendían en un carrito a una cuadra de la plaza, para luego disfrutar nuevamente de la iglesia y realizar unas tomas preciosas con el drone.
Luego de un rato, y por un tips que saqué de un video de los chicos de “a recorrer el mundo”, caminé unos 20 minutos para conocer el Mercado Municipal en busca de murta, pero sin suerte. En cualquier caso, el mercado es un lugar increíble! Lleno de productos típicos de la isla, ideal para todos los que les gusta cocinar, porque encontraran todo lo que quieran.
En mis últimas horas en Castro, decidí tomar un paseo en lancha por la costa a fin de tener una vista distinta de los palafitos. Poder apreciarlos desde el mar y disfrutar de lo rico que es un paseo por la costa.
Luego de eso equipé la Kona, y a eso de las 13.30 salí desde Castro con rumbo al hermoso Chonchi.
La verdad es que fue un paso rápido por Castro. Si bien es una ciudad hermosa, es precisamente eso lo que no me gusto. Es muy ciudad. Preferí pasar rápidamente y seguir en búsqueda de mi camino.
Presupuesto del día rumbo a Castro:
- Almuerzo: $8.500 curanto / $2.500 copa de vino
- Paseo en lancha: $5.000 aprox.
- Camping: $5.000
- Desayuno: $2.000 (Empanada + café)
Apoyo:
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Gracias!! y cualquier duda sobre Chiloé en bicicleta, carretera austral o para preparar tu cicloviaje, no dudes en preguntarme, ya que feliz te apoyare en lo que pueda.
Puedes revisar la Guía completa para viajar por Chiloé.
Por último, los invito a ver el capítulo de Youtube con toda esta ruta:
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